La inauguración del puerto de Capurro, al oeste de la bahía de Montevideo, prevista para el 3 de septiembre, podría realizarse sin los restos del dique flotante de Tsakos Industrias Navales a la vista. Esto, siempre y cuando las condiciones climáticas permitan la finalización de los trabajos de desguace de la estructura que realiza la empresa Fewell S.A., que pertenece al Grupo Christophersen, analizó el perito naval Aldo Villar, en diálogo con Altamar News.
El 8 de diciembre de 2022, el único dique flotante del país, recibió considerables daños debido a un accidente que motivó su desafectación. Mientras tanto, la firma procuró, infructuosamente, adquirir otra estructura que permitiera sustituir a la anterior. El 22 de diciembre de 2023, el dique fue trasladado desde la dársena dos del puerto montevideano hasta su destino final, en Capurro.
El mismo había sido adquirido en 1988 por Tsakos al astillero alemán Blohm y Voss. Su peso era de 7.000 toneladas, tenía 200 metros de eslora y 31,5 metros de manga y 20.000 toneladas de levante.
El entrevistado explicó que, al día de hoy, sólo queda para desguazar la mitad del fondo de la estructura. La otra mitad y los laterales ya fueron desmontados. La tarea, que desarrollan diez trabajadores, implica cortar grandes módulos que se bajan a tierra mediante grúas que lo depositan en la playa donde son minimizados. Los materiales ferrosos resultantes son adquiridos la empresa siderúrgica Gerdau (ex Laisa).
Villar explicó que el dique flotante presentó algunas ventajas para su intervención: carecía de aislación en bodega y de muchos sistemas eléctricos. Además, estaba desprovisto de equipamiento electrónico, lo que aporta menos desperdicios que los generados por otros buques como es el caso de los pesqueros.