El astillero australiano Incat continúa los trabajos en el casco 096, correspondiente al catamarán «China Zorrilla«, de Buquebus. Una de las cuatro salas de baterías del buque ahora recibe carga eléctrica antes de las pruebas en el mar, previstas a finales de este año.
Cada una de las cuatro salas de baterías del barco alberga una parte de las 5.016 unidades que se están instalando, de un total de alrededor de 250 toneladas de baterías.
El sistema de almacenamiento de energía (ESS) de la nave ofrece una capacidad instalada de más de 40 megavatios-hora, lo que lo hace cuatro veces más grande que cualquier instalación marítima anterior.
El ESS es suministrado por los socios estratégicos de Incat, la finlandesa Wärtsilä y la noruega Corvus Energy, y se conecta a ocho chorros de agua eléctricos, estableciendo un nuevo punto de referencia mundial para la propulsión sostenible de barcos.
«Estar dentro de una de estas salas de baterías realmente dimensiona la escala de lo que se está logrando aquí», dijo el director ejecutivo de Incat, Stephen Casey. «Este buque representa un cambio radical para la industria mundial de transbordadores, prueba de que los buques sostenibles a gran escala no solo son posibles, sino prácticos y comercialmente viables».
«Nuestro equipo ha combinado décadas de experiencia en la construcción naval de aluminio con tecnología de energía limpia de vanguardia para ofrecer algo verdaderamente líder en el mundo», agregó Casey.
Cada una de las cuatro salas de baterías ha sido diseñada específicamente y con precisión para albergar módulos avanzados de almacenamiento de energía, que suministrarán energía limpia y confiable a los sistemas de propulsión y a bordo del buque.
El «China Zorrilla» es un catamarán de aluminio de 130 m. de eslora, diseñado para transportar 2.100 pasajeros y 225 vehículos. El mismo es propulsado completamente por energía limpia y conectará la ciudad uruguaya de Colonia con la argentina de Buenos Aires.
«A medida que nos acercamos a la finalización, cada hito nos recuerda lo lejos que ha llegado la industria», reflexionó Casey. «No se trata solo de construir un barco, se trata de establecer un nuevo rumbo para el futuro de los viajes marítimos limpios», apuntó.