Desguace de dique flotante de TsakosDesguace de dique flotante de Tsakos | Foto: Altamar News
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La flota pesquera de tercera bandera que opera en Montevideo constituía el principal cliente del dique flotante de Tsakos Industrias Navales, rememoró el presidente de la Cámara de Agentes Pesqueros Extranjeros (CAPE), Aldo Braida, en diálogo con Altamar News.

Desde que el único dique flotante en el país interrumpió sus actividades, en diciembre de 2022, instalaciones de Argentina, Brasil, Cabo Verde o países de bandera de los buques, como sucedió con varios españoles, captaron esos barcos.

Antes, éstos permanecían en dique unos quince días en entradas de rutina, que se concentraban desde la segunda quincena de mayo a la primera de enero, por lo que la empresa recibía unas 80 unidades por año, recordó.

En puerto, lo hacían en post zafra un mínimo de dos meses, para reparaciones y mantenimiento de equipos electrónicos y de navegación, mientras que sus artes de pesca lo realizaban talleres especializados, describió.

El directivo admitió que aún no se ha realizado un “pormenorizado” estudio sobre los recursos económicos que Uruguay dejó de percibir por no remplazar el referido dique flotante cuyo desguace se encuentra próximo a finalizar en la zona de Capurro.

Explicó que los barcos son sometidos a una inspección obligatoria cada determinado período y en esa entrada a dique reciben limpieza y pintura que pueden representar gastos de 150.000 a US$ 200.000.

También hay entradas “especiales” donde los costos en una sola varada llegan hasta los US$ 500.000 y comprenden, además, otros aspectos como cambio de ánodos de sacrificio, que son unos componentes que se distribuyen a lo largo del casco y en el timón destinados a evitar la corrosión, extracción de eje, hélice y cadenas, entre otros.

A esto, hay que sumarle la última descarga de la zafra, que principalmente los barcos europeos realizaban en Montevideo, los fletes embarcados aquí y las horas hombre de operadores portuarios.

En ese sentido, citó el ejemplo de un pesquero de altura que descarga entre 400 y 700 toneladas de pescado para lo cual requiere de 120 personas trabajando en esa tarea.

Servicios de remolcadores, prácticos, elevadores, camiones, carga de combustible, provisiones e insumos en general se vieron limitados por el hecho de carecer de un dique flotante. Ello, implica además, menor número de pasajes de avión, alojamientos, comensales en restaurantes y atención médica, por el cambio de tripulaciones.

También, las tareas de mantenimiento en talleres homologados por empresas internacionales y la labor de empresas de seguridad en el mar, entre otros, se vieron reducidos, enumeró Braida.