Vicepresidente de ANP, Daniel Loureiro | Foto: Altamar News
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Las obras de ampliación en Terminal Cuenca del Plata (TCP), en el puerto de Montevideo, tienen un retraso de seis meses, reconoció el vicepresidente de la Administración Nacional de Puertos (ANP), Daniel Loureiro, en diálogo con Altamar News.

El proyecto de remodelación de la terminal especializada en contenedores, de la cual la belga Katoen Natie es propietaria en 80%, fue encargado a su coterráneo, el grupo Jan De Nul que, a su vez, subcontrató a un consorcio integrado por la uruguaya Stiller y la portuguesa Mota-Engil, explicó.

El plan prevé que al finalizar las obras la terminal alcanzará las 59 hás. de playa de contenedores y más de 1.350 m. de muelle para recibir hasta 4 barcos portacontenedores en simultáneo. Esto incrementará la capacidad operativa de la terminal portuaria.

Los retrasos en la ejecución de las obras llevaron a Stiler a enviar 130 trabajadores, de los 200 de la plantilla, al seguro de desempleo a partir del 1o. de febrero, bajo el causal de suspensión de tareas, informó el jueves 30, El Observador.

“Se viene procesando un corrimiento del cronograma de obras por las diferencias generadas entre las empresas constructoras a partir de las complejidades surgidas por la dimensión de las intervenciones”, señaló Loureiro.

Agregó que “el derrocamiento (en alusión a las voladuras subacuáticas para la remoción de la roca del lecho marino) ha sido un proceso técnicamente más complejo de lo que inicialmente se había previsto” por parte de la empresa contratista Jan De Nul. “Esos trabajos enlentecieron otras etapas que avanzan en forma paralela en la construcción de los muelles y la playa de contenedores”, describió.

Aclaró que esto no significa que las obras se encuentren definitivamente paralizadas o en riesgo la inversión en las mismas. “Las complejidades técnicas ocasionaron dificultades contractuales por los plazos existentes”, apuntó.

Loureiro informó que participó, también este jueves, de una reunión en la sede de la ANP con representantes de las empresas constructoras para interiorizarse de la situación generada, al tiempo que encontrar una solución que permita que el avance de las obras, que identificó como la «más importante en la historia del puerto» montevideano, no sea afectada en forma negativa.