Marco Ferraz, presidente de CLIAFoto: Ministerio de Turismo
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«En los puertos de Sudamérica necesitamos la flexibilidad de nuevos combustibles a escala y precios competitivos», apuntó el presidente de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros – Sudamérica (CLIA, por sus siglas en inglés), Marco Ferraz, en diálogo con Altamar News.

Ferraz trazó un futuro de la industria de cruceros más eficiente y sostenible que reduzca la huella de carbono en la navegación y el amarre. El directivo participó en el «X Encuentro Regional de Cruceros y Turismo Náutico Fluvial», que se realizó el jueves 1º y viernes 2 en Punta del Este y reunió a operadores públicos y privados del sector de Argentina, Brasil, Chile y Uruguay.

Recordó que la regulación de la Organización Marítima Internacional (OMI) apunta llegar a cero emisiones netas de carbono a nivel global para 2050 y, con ese objetivo, consideró que «hay que cambiar mucho y realizar inversiones en tecnología, infraestructura y operaciones».

Señaló que para lograr la descarbonización del transporte marítimo la industria avanza en la transición hacia combustibles marinos sostenibles, con la construcción de buques más eficientes con energéticos alternativos como el gas natural licuado (GNL), bio GNL, biodiesel, hidrógeno, metanol verde y baterías de combustible, como principales fuentes de propulsión.

«Los 17 barcos que están operando a GNL, en Sudamérica, no tienen como abastecerse. Ningún puerto está listo para realizar abastecimiento. Tendremos 24 nuevos barcos en los próximos cinco años, y éstos están preparados también para funcionar con bio GNL. Si queremos estos barcos aquí hay que tener GNL lo más pronto posible», recalcó.

Además de los nuevos combustibles, informó que los cambios se extienden a motores híbridos, cascos, pintura y reducción de velocidad, lo que no sólo contribuye a un menor consumo de energía sino también a proteger la vida marina, en los puntos en los que hay ballenas y delfines, a lo que se le suma la disminución de ruidos y vibraciones. También citó los sistemas avanzados de tratamiento de aguas residuales con plantas de tratamiento a bordo y desalinizadores que permiten potabilizar hasta 90% del agua.

Reclamó que las terminales portuarias sudamericanas realicen las inversiones necesarias para que los buques puedan conectarse a sus redes eléctricas. Esto permitiría a los barcos apagar los motores cuando estén atracados de modo de evitar emisiones. En este sentido, enumeró que los puertos de Salvador, Santos, Río de Janeiro, Montevideo, Buenos Aires, Madryn, Ushuaia y Punta Arenas deben incluir subestaciones.

Advirtió que en Europa, en 2030, los cruceros no van a operar más en puertos que no dispongan de ese servicio y ello es una tendencia que se trasladará a Asia, América del Norte y llegará al sur de América. «Si no tenemos esto, vamos a perder barcos (en la región). Son seis años los disponibles para invertir en energía eléctrica en Sudamérica y reducir los costos», alertó.

«Si no estamos preparados como región para el futuro vamos a perder los buques (que atracan en la costa Este de Sudamérica) en detrimento de otros destinos en Asia, Caribe y Europa y Oceanía», analizó Ferraz con este portal.