«Venimos retrocediendo en materia laboral, en lo que tiene que ver con el salario, con las condiciones de trabajo y particularmente con los descansos por sobrecarga de trabajo por falta de personal», confió a Altamar News el dirigente sindical de la firma de transporte fluvial, Pablo Pírez. La situación se verifica desde 2019, añadió.
«Los trabajadores (de Buquebus) estamos en condiciones de desgaste físico y psicológico, con jornadas de trabajo de más de 16 horas, durmiendo fuera de nuestras casas sin que se cumpla nuestro descanso laboral establecido por disposiciones marítimas», señaló un comunicado difundido por el Sindicato Único de los Trabajadores del Mar y Afines (Suntma).
Esto contrasta con la firma del financiamiento del ferry eléctrico “China Zorrilla” que se realizó en Montevideo el jueves 25 entre la compañía y dos entidades financieras y que, desde octubre de 2025, conectará las ciudades de Buenos Aires y Colonia.
En 2019 la empresa, afectada por la crisis argentina, propuso 120 despidos, una contracción salarial de 25% y la pérdida de beneficios como horas extras y antigüedad. Se acordó desestimar los despidos aunque se rebajaron los salarios 10%, se fijaron seguros de paro rotativos y se redujeron los francos de 6 a 2, con el compromiso que mientras estuviera vigente el convenio, hasta 2024, se restaurarían las conversaciones para generar un programa de recuperación de salarios y descansos, lo que no ocurrió, analizó Pirez.
En 2021 se promulgó la Ley número 19.942 que planteaba un paquete de medidas para mitigar el impacto económico como consecuencia de la emergencia nacional sanitaria por el Covid-19, que exoneraba de los aportes jubilatorios durante la mitad de ese año al transporte aéreo y fluvial de pasajeros, entre otras esferas de la actividad. Esto significó una pérdida de 10.34% adicional de salario, apuntó el entrevistado. «De 2019 hasta la fecha se perdió 20,3% de salario real», lamentó y agregó que en enero de 2025 se aspira a una recuperación de 10,34% del mismo.
El año 2023 representó un año récord en venta de pasajes aunque esto no incidió en mejoras en materia laboral. «Se trabaja con menos personal del necesario que, a su vez, debe atender a un mayor número de pasajeros, lo que perjudica su atención. En caso de algún error a causa de la fatiga y las largas jornadas de la tripulación, hay amonestaciones», relató el entrevistado. El número de trabajadores es de unos 300, a bordo y en tierra, a lo que se debe sumar un número no definido de jornaleros, indicó.
En diciembre último, el sindicato retomó las negociaciones con la empresa para definir un nuevo convenio en base a dos aspectos principales: mejorar las condiciones de descanso para asegurar la seguridad de embarcaciones y pasajeros y trabajar en un cronograma que fijara pautas de recuperación salarial.
Ante la respuesta de que la empresa no podía negociar en ambos puntos, el sindicato solicitó ante la Dirección Nacional de Trabajo la convocatoria del subgrupo 9 del grupo 13 del Consejo de Salarios para intentar una mediación. Esta reunión tripartita tendrá lugar el martes 6 en esa cartera y en ese ámbito es esperable que las partes acuerden el diferendo, manifestó Pírez.