Uruguay debe desarrollar su trabajo en la acuicultura para alcanzar el nivel de otros países, sostuvo la Dra. María Salhi, este jueves 25. La experta del Laboratorio de Recursos Naturales del Instituto de Ecología y Ciencias Ambientales de la Facultad de Ciencias, participó del acto en la Escuela Naval, con motivo del Día Marítimo Mundial.
Si bien se considera que Uruguay es un país pequeño, su superficie marítima fue ampliada recientemente hasta alcanzar los 205.688 km.2 de territorio acuático, con soberanía sobre recursos vivos y no vivos, apuntó.
En su exposición, la experta repasó los principales recursos oceánicos, como los pesqueros. En este sentido, destacó las especies más explotadas:
- merluza (de gran volumen y alto valor, destinada principalmente a la exportación);
- corvina (abundante y de fuerte consumo interno);
- pescadilla y calamar (ambos, además del consumo externo, se destinan a la exportación);
- cangrejo rojo (de menor volumen pero de alto valor unitario);
- anchoíta (abundante y con potencial, aunque subexplotado).
Importancia económica y social y desafíos
Salhi valoró que la pesca tiene una importancia económica y social ya que es generadora de empleo, tanto en industrias procesadoras y comunidades costeras. Esta actividad genera divisas por el procesado y la exportación. Además, influye en la alimentación, debido al valor nutricional y la diversidad que aporta.
Luego, enumeró los desafíos que surgen alrededor del recurso pesquero, como la sobrepesca y la pesca ilegal. La gestión efectiva y la supervisión del cumplimiento de las normas son otros de los retos del sector, así como el desarrollo de la acuicultura.
“En Uruguay se ha trabajado mucho en acuicultura” y se han producido avances, pero continúa siendo un tema pendiente ya que no se han alcanzado los niveles de otros países, afirmó.
A continuación, se refirió a los recursos ecosistémicos, que engloban varias cosas que sostienen nuestra vida cotidiana y la economía. Aparte de la provisión de la pesca, hay provisión de recursos genéticos y tecnológicos, protección costera y recursos culturales, como el uso de la costa y la playa, así como el soporte de hábitat de especies animales que aportan al equilibrio de tomo el sistema.
Productividad, protección y exploración
En el Río de la Plata, la confluencia de la corriente fría del sur, de las Malvinas y la cálida del norte, de Brasil, crea “una zona de muchísima productividad” donde acuden varias especies a reproducirse, recordó.
Con respecto a las áreas protegidas, dijo que las existentes en Uruguay son costeras y que se espera, para 2030, la inclusión de áreas marinas en el sistema. Estas incluirían los corales de aguas profundas, con una gran diversidad de especies y regulador del entorno, además de generar interés cultural y científico.
Los recursos energéticos, en tanto, se encuentran en etapa exploratoria, a partir del liderazgo de Ancap, y de condiciones geológicas favorables, similares a los de otros países donde se han encontrado hidrocarburos, detalló. Salhi repasó el proceso de exploración de los diferentes bloques y las asignaciones a empresas para realizarlas, así como los potenciales beneficios del hallazgo de hidrocarburos, no exento de sus propios desafíos.
Finalmente, abordó la existencia de recursos minerales en el subsuelo marino, en particular la de los depósitos minerales conocidos como “arenas negras” en la zona costera de Rocha, cuya explotación puede significar un conflicto con el turismo, además de la complejidad de no disponer de normativa específica en la materia.