Álvaro Irazoqui, titular de la Dinara | Foto: Altamar News
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La situación del buque científico “Aldebarán” de la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (Dinara), “es compleja”, reconoció el titular de esa institución, Álvaro Irazoqui, en diálogo con Altamar News.

Desde el 21 de febrero de 2020, en que finalizó la campaña de exploración en la plataforma continental oceánica que la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar otorgó en 2016 a Uruguay, el barco se encuentra con su tripulación, inactivo en la Dársena Fluvial, en la Terminal Fluvio-Marítima de Montevideo.

Irazoqui recordó que el barco, que tenía certificado de navegación hasta 2021, tuvo su última marea en la milla 200. “Termina entrando (al recinto portuario) con agua por una filtración en popa y con problemas de agua de sentina”, afirmó, lo que demostraría que no se encontraba en óptimas condiciones, explicó.

“Hoy tenemos varios inconvenientes. Ese barco que no se pudo mover por más de cuatro años tiene, obviamente, falta de mantenimiento”, reconoció el entrevistado, que asumió al frente de la Dinara en diciembre de 2023. “Tener un barco lleva una responsabilidad que se respalda con presupuesto”, afirmó.

Analizó que el sector pesquero necesita un buque científico con poder de pesca, que pueda arrastrar una red, lanzar un palangre, hacer una red de cerco y debe ser multipropósito para que estudie las diferentes pesquerías para poder asegurar la sostenibilidad del recurso. Además, desde el punto de vista oceanográfico, debe estudiar la turbiedad, salinidad del agua, temperatura y comportamiento del agua y los diferentes tipos de algas.

El 29 de octubre, durante la ceremonia de bautismo y botadura del “Betelgeuse” en el astillero Nitromar, el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos, expresó: “Estamos evaluando si es viable su recuperación (en referencia al “Aldebarán”) o conviene desguazarlo y sustituirlo por otra embarcación”.

En ese sentido, Irazoqui informó que personal de la Dinara finalizó, junto al del Ministerio de Defensa y de la Armada Nacional, una exhaustiva inspección del “Aldebarán” para conocer su estado. Adelantó que el barco “está bien” en cuanto a su estructura y al sector de máquinas.

La inversión que necesita para revertir el “muy precario” mantenimiento que tuvo durante “muchos años” está en el entorno de US$ 1 millón. Esa suma, que la entidad hoy no dispone, permitiría realizar una puesta a punto en dique, a la que debería sumarse US$ 250.000 adicionales de inversión para actualizar equipos electrónicos.

“Recuperar el barco, que es parte de nuestra soberanía y del desarrollo pesquero, implica una inversión de US$ 1.250.000”, una cifra similar a lo que costaría en Europa un barco similar, de segunda mano, de entre 36 y 40 m. de eslora, explicó.

En paralelo, nuestro país mantiene diálogo con representantes de un país asiático que posee una flota de más de 10 buques de investigación científica, para recibir en donación una de esas unidades que será desafectada en 2025, luego de 20 años de servicio.

Poner en condiciones óptimas el “Aldebarán” o comprar otro buque que lo sustituya será una decisión política del gobierno nacional. En ambos casos, la misma deberá ir acompañada del presupuesto necesario para su mantenimiento y las campañas en aguas profundas, observó Irazoqui.